Priorizar la educación

A diario escuchamos voces provenientes de diferentes sectores de la necesidad de nuestro país de apostar a la educación para garantizar su desarrollo y aprovechar mejor su potencial. Todos los días también en diferentes ámbitos somos víctimas de la precariedad del sistema educativo paraguayo, que lanza al mercado profesionales con una paupérrima preparación y que fracasan en el desempeño profesional o que ofrecen servicios mediocres.

Una iniciativa interesante para el mejoramiento de nuestro sistema educativo es la creación del Fonacide, que podría asegurar una mayor inversión en este sector. Sin embargo, la experiencia nos demuestra el manejo totalmente discrecional de estos recursos con niveles de corrupción que rayan lo criminal, en cuanto a lo que se refiere a la concesión de la merienda escolar y a la construcción de locales educativos. En el caso del complemento nutricional, innumerables son los casos de corrupción detectados en diferentes puntos del país, donde se privilegiaron a empresas creadas por grupos de amigos de las autoridades de turno, que no tienen las condiciones técnicas para ofrecer el servicio y presentan a los niños productos de mala calidad. Es absolutamente inconcebible e inhumano jugar con la alimentación de los niños.

En el caso de la construcción de los locales educativos, la acción de nuestras autoridades también rayan lo criminal. Numerosos casos ya hemos tenido de escuelas derrumbadas por la precariedad en la construcción. Afortunadamente, hasta ahora no hemos tenido que lamentar la muerte de alumnos y profesores, pues milagrosamente las aulas se derrumbaron fuera de horario de clase. ¿Qué modelo de educación le damos a nuestros niños, cuando ellos mismos son víctimas de la corrupción de las autoridades? ¿Qué tipo de ciudadano se puede formar en medio de tanta podredumbre?! La corrupción en el manejo del dinero destinado a la educación es un crimen contra el futuro del país.

Desde la apertura democrática, la inversión en educación en nuestro país ha ido en aumento. Sin embargo, en el contexto regional sigue siendo una de las más bajas. Varios países vecinos establecieron metas presupuestarias para la educación en relación al Producto Interno Bruto: Argentina va al 6%, Bolivia al 8% y Brasil apunta a un ambicioso 10%, mientras nuestro país se ha estancado en un modesto 4% en los últimos 10 años. El nivel mínimo recomendado por la Unesco es el 7%.

De nada servirá destinar mayores recursos si los mismos van a seguir siendo administrados por personajes sinvergüenzas, sin moral y conciencia. Necesitamos un mayor compromiso de toda la sociedad con la educación. Debemos trabajar en un modelo participativo donde las organizaciones intermedias y las asociaciones de padres tengan activa participación en el control y manejo de los recursos para que estos tengan el uso adecuado. Paralelamente se debe acompañar la acción docente y exigirles una mejor preparación y mayor compromiso. Todos los años se pierden importantes horas de clase por huelga de docentes y manifestaciones. Son horas que ya no se vuelven a recuperar y los grandes perjudicados siempre son los alumnos.

Es hora de convertir la educación en una prioridad para toda la sociedad paraguaya y lograr que sea una causa nacional. -

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