viernes, 27 de septiembre de 2013

El niño del baño

Días pasados, una madre abandonó a su pequeño de dos meses en uno de los baños del Hospital Regional de Luque. El niño fue hallado por las limpiadoras del nosocomio. Una decisión desesperada que evidencia una realidad dramática: mujeres abandonadas por sus parejas, familias, incluso empleadores, y que terminan cediendo a reacciones extremas e inhumanas.

Posteriormente, la mujer se entregó a las autoridades, arrepentida por el hecho, explicando que tomó la decisión tras quedar desempleada y sin apoyo de nadie, ni siquiera del padre de la criatura.


Por un lado, esta situación pone al descubierto la realidad de soledad y desesperanza que enfrentan muchas paraguayas, carentes de un círculo afectivo natural y cercano, como la familia, y, probablemente, víctimas de una educación parcial y limitada, que no les permitió desarrollar una sólida autoestima ni tomar consciencia de su indiscutible valor como persona, mujer y madre.


También muestra lo fuerte que es el fenómeno de la cobardía masculina a la hora de enfrentar la paternidad. De los hombres que no asumen con responsabilidad el cuidado y la atención de los hijos, incluso hasta el punto de dejarlos a su suerte, poniendo en peligro sus vidas, como en este caso, solo vale decir que incurren en una acción deleznable y hasta criminal, injustificable desde cualquier punto de vista. Y aquí también hablamos de víctimas convertidas en victimarios que deben ser objeto de programas culturales y educativos.

Otro punto que devela esta situación es la práctica de muchos empleadores, entre ellos familias, que despiden sin ningún tipo de consideración ni atención legal a trabajadoras por estar embarazadas. Amparados en la informalidad que gobierna este país, estos terminan empujando a estas madres a situaciones extremas.

Pero estas personas llegan a este grado de desesperación y abandono también por la falta de políticas gubernamentales destinadas al apoyo de mujeres de escasos recursos o en situación de vulnerabilidad.

En otros países existen propuestas públicas y privadas que contribuyen a contener estos casos, como son las bolsas de trabajo y centros estatales de acogida para madres solteras, así como la subvención de asociaciones privadas dedicadas a la atención de gestantes, especialmente adolescentes, además de programas de educación afectiva y sexual integrales, basados en el respeto a la dignidad de la persona.

Ojalá que este pequeño, sorprendido en el piso de un sanitario de hospital, nos lleve a reflexionar sobre cuánto más necesitamos invertir y trabajar para valorar y proteger la vida humana en Paraguay, garantizando la atención y el cuidado que todo niño y niña se merece desde su concepción.

http://www.ultimahora.com/el-nino-del-bano-n725990.html

1 comentarios:

chamu.u dijo...

Los milagros mas brillantes vienen de los lugares mas oscuros :)

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